Hay caminos sin descanso, por donde los viajeros vienen y van. En los que dan patadas a las piedras y arrancan las flores que los alegran...
Hasta que todo se termina, se acaba, y el camino se queda vacío, solitario, sin caminantes que dejen huella. Se deteriora por el pasar del tiempo, envejece en la soledad y termina desapareciendo en el recuerdo de aquellos transeúntes en los que fue capaz de dejar su estela...
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