martes, 20 de enero de 2015

Una historia más... (2)


Ante tal desastrosa cita no pude hacer otra cosa que darlo todo por perdido. No se me podía pasar por la mente que él quisiera volver a verme. Yo, por si acaso se había quedado con ganas de reírse un poco más, no paraba de mirar mi móvil. Nada, ni llamadas ni mensajes ni un triste whatsapp. Quizás ya era hora de resetearme… ¿Lo hago o no lo hago? ¿Lo olvido o espero un poco más? Menuda imagen, yo como una loca en mi habitación caminando de un lado para otro. ¡¡Oooops!! Creo que ya empezaba a abrir una brecha en el suelo, así sería más fácil caer cuando dijera “tierra trágame”. Pero ni yo lo dije ni la tierra se abrió. Así que intenté pensar en otras cosas, repito, lo intenté porque su imagen seguía en mi cabeza y me dejaba mirando hacia el vacío con cara de tonta. ¿Qué cuál es la cara de tonta? Pues la misma de todos los días, pero con la boca abierta sin explicación razonable para cualquier persona que me pueda estar viendo.



“Dime qué es el amor”. Escribí su frase en mi agenda, quería buscar una buena explicación por si volvía a tener una cita con él y sorprenderle. Ya me empezaba a doler la cabeza de tanto buscarla cuando de pronto sonó el teléfono. Mi corazón empezó a palpitar muy rápido, tanto que se me escapó por la boca y se escondió detrás del teléfono tras las letras parpadeantes que decían “número oculto”. 



- ¡Despierta mi hija!- mi madre me lanzó un tremendo grito que hizo retumbar la casa- coge ya ese teléfono o ponlo en silencio que esa musiquita empieza a molestar.



¡Vaya por Dios! Yo estaba despierta, solo estaba imaginando que podría pasar si la persona que me estaba llamando fuera él. Lo típico, hay quién lo llama soñar despierta. Perdí la llamada, normal si me paso el tiempo en las nubes haciendo castillitos con el recuerdo de su mirada. Ahora tocaba esperar nuevamente embobada mirando el teléfono. Embobada y dormida porque me desperté con las teclas marcadas en toda la cara y ni una llamada o mensaje que me diera una pista de quién me había llamado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario