Aquellas cortinas rasgadas por el tiempo apenas dejaban
pasar la luz del sol. En el interior todo olía a soledad, sonaba a tristeza.
Ella paseaba su gélido cuerpo por las estancias en busca de nuevos recuerdos,
pero solo encontraba viejos muebles tapados por el polvo del abandono. Él se
fue a la guerra para no volver, ella se negó a marcharse…
No hay comentarios:
Publicar un comentario