Lo vi de lejos y sentí unas ganas locas de tenerlo a mi lado. Lo seguí con la mirada hasta que llegó al puente. Mi corazón latía cada vez más rápido, pero mi cuerpo no reaccionaba a la misma velocidad. Cuando llegué al puente ya era tarde, a pesar de todo, yo seguía deseando estar a su lado. Su cuerpo flotaba boca abajo, el mío también flotó a su lado.
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