viernes, 7 de marzo de 2014

Libro mortal.

Se pintaba los labios de un rojo intenso como la sangre, mientras su hija la miraba con atención. De repente, tocaron en la puerta, era su hermana que regresaba de un largo viaje. Un viaje lleno de grandes aventuras donde no había hecho precisamente amigos. La ladrona de la familia había ido en busca del Libro de los muertos, muy conocido por contener la fecha exacta de la muerte de todas las personas. 


- Deja que me esconda una noche en tu casa. 
- Que no pase de una noche, ¿de acuerdo? 



La ladrona regaló un bonito paquete a la niña. 
- Este es nuestro secreto, escóndelo y mañana lo abrimos juntas. 



La noche transcurrió entre las risas y las fiestas de las dos hermanas, sin saber que estaban siendo observadas por él. Los cristales cayeron al suelo, él recogió el más afilado. Se acercó sigilosamente a ellas que estaban sentadas en el sillón y con un suave gesto las cabezas rodaron por el salón…

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