jueves, 18 de enero de 2018

Campamento de verano.

El bosque se hacía eterno, la oscuridad intensa, el dolor insoportable. Las chicas corrían invadidas por el miedo, sin saber a qué se enfrentaban ni cómo terminar con la pesadilla. Ellas dos eran las únicas que habían conseguido escapar del campamento, las únicas sobrevivientes de la masacre que la bestia había hecho con sus desgarradoras garras en los cuerpos de sus compañeros. Solo les quedaba correr, esconderse entre las sombras, aguantar la respiración y rezar para no ser encontradas por la bestia.

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