sábado, 31 de enero de 2015

Comentario: Muerte de Narciso, Lezama Lima.

Hoy, rodeada de libros en mi templo personal, me acordé del poema largo Muerte de Narciso de Lezama Lima. Así que lo busqué en el bosque de libros que me protege de este mundo injusto que nos rodea. Admito que puede ser un poema difícil de descifrar, pero es una lectura muy agradecida y recomendada. Yo soy una amante declarada de los libros en papel, poder llevarlos en el bolso y sumergirte en ellos en cualquier momento y en cualquier lugar, pudiendo subrayar una y otra vez aquellas palabras y frases que nos llegan al corazón. Igualmente les dejo aquí el link donde pueden leer el poema Muerte de Narciso.pdf, pero les recomiendo acercarse a una biblioteca y leer el libro. A continuación les dejaré un pequeño comentario que les ayudará a entender la lectura.

La mitología es un tema que ha dado mucho juego a lo largo de la historia. Todas las civilizaciones tienen mitología, la más conocida es la latina. El mito de “Narciso y Eco” ha tenido muchas repercusiones dentro de la literatura y otras manifestaciones de arte. La versión más antigua es la de Ovidio (el origen). La leyenda de Narciso ha sido un tema muy productivo en pintura: Poussin, Caravaggio, R. Earlom, Salvador Dalí, D. Hacker. También en escultura y en el grabado entre otras. Estos medios suelen plasmar la escena en la que vemos al personaje contemplando su rostro en el agua, por ser lo más significativo de la historia. 

También en la música encontramos recreaciones del mito, por ejemplo: The mirror of Narcissus de Guillaume de Machaut, Narcise. Idylle antique pour solo & choeur de J.Massenet, la Cantata a Narciso de Mme. Germaine Tailleferre (libreto escrito por Paul Valéry en 1938). El cine y el “comic” amplían el marco artístico en el que aparece Narciso. Narciso negro, película británica basada en la novela de Rumer Godden. Y dentro del “comic” sirve como ejemplo el personaje de Walt Disney llamado “Narciso Bello”, de la familia de los patos Donald.

La literatura mundial también ha tratado el tema ampliamente en obras como: Traité du Narcisse (1891) de A. Guide, las tres composiciones de Paul Valéry tituladas: Narcisse parle (1902), Fragments du Narcisse (1922) y Cantate du Narcisse (1938). Narziss (1913) de R.M. Rilke, Narziss und Goldmund (1930) de H. Hesse, Muerte de Narciso (1937) de J. Lezama Lima, Narciso negro (1939) de R. Godden.

Mito de “Narciso y Eco”, de Ovidio
En el mito original tanto doncellas como muchachos se enamoraban de Narciso a causa de su hermosura, mas él rechazaba sus insinuaciones. Entre las jóvenes heridas por su amor estaba la ninfa Eco, quien había disgustado a Juno y por ello ésta le había condenado a repetir las últimas palabras de aquello que se le dijera. Eco fue, por tanto, incapaz de hablarle a Narciso de su amor, pero un día, cuando él estaba caminando por el bosque, acabó apartándose de sus compañeros. Cuando él preguntó « ¿Hay alguien?», Eco contenta respondió: «Alguien». Ese fue el principio de una conversación ilusoria que provocó que Eco saliera de entre los árboles con los brazos abiertos. Narciso cruelmente se negó a aceptar su amor, por lo que la ninfa, desolada, se ocultó en una cueva y allí se consumió hasta que solo quedó su voz. Para castigar a Narciso, Ramnusia, la diosa de la venganza, hizo que se enamorara de su propia imagen reflejada en el agua. En una contemplación absorta, incapaz de apartarse de su imagen, acabó arrojándose a las aguas. En el sitio donde su cuerpo había caído, creció una hermosa flor, que hizo honor al nombre y la memoria de Narciso. 

José Lezama Lima nace el 19 de diciembre de 1910 en el Campamento de Columbia, en las proximidades de La Habana, donde su padre era coronel. Ya en la capital, participa en los alzamientos estudiantiles contra la dictadura de Machado y se matricula en Derecho. Desde 1929 hasta su muerte, vivirá primero con su anciana madre y, más tarde, con su esposa en una casa de la parte vieja de la ciudad, sólo abandonará la isla durante dos breves estancias en México y Jamaica. Poeta, ensayista y novelista. Fundó la revista Verbum y estuvo al frente de Orígenes, la más importante de las revistas cubanas de literatura. Muere el 9 de agosto de 1976. 

Una parte del lenguaje lezamiano viene del modernismo, del barroco culterano y conceptista, también de la expresividad de la vanguardia y de poetas como Juan Ramón Jiménez, Lorca y Jorge Guillén. Conocedor profundo de Góngora, Platón, los poetas órficos y los filósofos gnósticos. Su obra culterana está saturada de claves, enigmas, alusiones, parábolas y alegorías que aluden a una realidad secreta, íntima y, al mismo tiempo, ambigua. Sus ensayos son imaginativos, poéticos, abiertos y constituyen una recreación de textos y visiones.

Su primer libro de poemas fue Muerte de Narciso (1937), y con él emplaza al lector frente a una situación límite de la realidad de cuyo desmantelamiento surge otra realidad artísticamente potenciada y reconstruida dentro de una fascinante y barroca mitología. Siguen, entre otras obras poéticas, todas influidas por el estilo rico en metáforas y lleno de distorsiones de Góngora, Enemigo rumor, Aventuras sigilosas (1945), Dador (1960) y Fragmentos a su imán, publicado póstumamente en 1977, en las que sigue demostrando que la poesía es una aventura arriesgada.

En 1966 publicó la novela Paradiso, donde confluye toda su trayectoria poética de carácter barroco, simbólico e iniciático. El protagonista, José Cemí, remite de inmediato al autor en su devenir externo e interno camino de su conversión en poeta. Lo cubano, con sus deformaciones verbales, desempeña un papel fundamental en la obra, como ocurre en su colección de ensayos La cantidad hechizada (1970). Oppiano Licario es una novela inconclusa, aparecida póstumamente en 1977, que desarrolla la figura del personaje que ya aparecía en Paradiso y de la que toma título. 

El mito de Narciso fue el principio de la poética integradora de toda la poesía de Lezama Lima. Su largo poema de Muerte de Narciso apareció en 1937. En Muerte de Narciso aparecen los rasgos más significativos del pensamiento de Lezama Lima. Desde el primer verso podemos observar una relación del poeta con Dánae porque va tejiendo asociaciones, imágenes, juicios y metáforas a lo largo de 25 estrofas. Es una obra relacionada con el barroco por ser recargada y compleja. Está llena de concordancias imposibles y versos abruptos e intraducibles, propios del gongorismo contemporáneo.

En el poema se pueden ver alusiones al modernismo: nieve, espejos, plumajes, rubíes, personajes mitológicos, dorado hastío, un rubio doncel, hermosas aves, cisnes y alusiones a la vida y a la muerte, sin embargo no se trata en ningún momento de un poema modernista.

La elección de este mito por parte de Lezama Lima no fue casual, podemos observar cierto parecido entre él y Narciso. Por ejemplo, Lezama se asienta en La Habana y convierte su casa en el bosque de Narciso, los árboles son sus libros, se convierte en un ser solitario que se contempla así mismo. Otra coincidencia es que Narciso es un símbolo de la homosexualidad, ya que atraía tanto a hombres como a mujeres y se enamoró de si mismo, no olvidar que Lezama era homosexual.

Si lo comparamos con el mito de Ovidio, podemos observar las siguientes diferencias: el texto de Ovidio cuenta una historia completa, lineal, con un planteamiento, nudo y desenlace. En cambio, Lezama Lima sólo se interesa en el final, si prestamos atención observamos como ya desde el comienzo del poema Narciso está muerto, el autor eligió esta escena del mito original. Otra diferencia es que el Narciso de Lezama no atraviesa en ningún momento el agua ni experimenta una metamorfosis. Narciso se presenta como un ser pasivo, y sobre todo, fragmentado, en un proceso modulado desde distintas perspectivas, que ocupa la mayor parte del poema: el joven nunca se muestra como una totalidad, sino sólo por partes de su cuerpo (“brazo”, “frente”, “una espalda se ausenta”, “terso atlas”).

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